Para bastantes el horóscopo ya es una parte de la vida día tras día. Y es lógico, ya que la fecha de nacimiento da un concepto particular a su historia. Pero alén de eso, si se cree o no, hay una teoría que enseña la relación entre la astrología y la salud.
En dependencia de la estación del año que nace, el horóscopo afirmará las anomalías de la salud a las que es mucho más predispuesto y cuánto tiempo va a vivir. Esta clase de ciencia tiene por nombre “iatromatemáticas” (del heleno; yatro: médico; matemáticas: conocimiento) y se encuentra dentro de las tradiciones intelectuales mucho más viejas del mundo.
¿Por qué razón se quedan ciertos espíritus aquí y no trascienden?
El espíritu en un inicio puede no percatarse de que ha desencarnado y sentirse desorientado; asimismo puede caer en la cuenta y no admitirlo pues tienen apegos de padecimiento como los que tiene la posibilidad de tener una madre para con sus hijos y/o marido. De la misma forma, tiene la posibilidad de tener apegos de exitación pues está muy anclado a los bienestares terrenales, siendo la situacion de la gente muy materialistas que no consideraban que había algo mucho más de lo que llamamos “muerte”.
Otras causas por las que los descarnados se quedan unidos a este plan son las ocasiones de vida bien difíciles, bastante padecimiento, ocasiones no solucionadas como los enfrentamientos familiares y el temor a ser juzgados por sus actos. Todo lo mencionado impide que tomen la resolución de trascender hacia el plan de luz.
Pero, ¿qué sucede en el momento en que entro en un desarrollo de evolución y la vida me desea eliminar mis apegos plutonianos?
El ego que se edificó en esta vida para defendernos del descontrol no deseará dejar caer, en tanto que sin estos apegos siente que no puede subsistir. Temor, terror, íra, resistencia, padecimiento… pero va a llegar un minuto en el que por más que me resista, la vida me los quitará igual.
Esto puede ser en un hecho de afuera realmente fuerte o puede ser un desarrollo de adentro de quiebra total en uno mismo. La desaparición de un área de la personalidad. Mientras que me resista voy a sentir el fuerte mal de la resistencia, aparte de perder una infinita cantidad de energía, manteniendo ese apego. Este esfuerzo no es retribuido por la vida, puesto que se está tratando frenar un desarrollo evolutivo que no puede detenerse.
Al charlar de Plutón, charlamos del juego del “no poder” versus “poder y control”. En el momento en que sentimos que la vida nos ordena a dejar caer algo primordial para nosotros, la sensación es afín a la de caer en un abismo. Sentimos que no contamos ningún poder y control sobre la situación. O sea frecuentemente interminablemente lamentable, ya que lo que mucho más valoran los plutonianos es su aptitud de supervisar. La psíquica no puede soportar no tener control, precisan supervisar todo el tiempo todo. Por consiguiente, la energía de Plutón señala lo que nos encontramos prestos a llevar a cabo para no perder este control y eludir la desaparición que significa el descontrol.