Definimos, en el enfoque Huber, la Composición de Puntos como el esquema de conexiones de la conciencia. O sea, en su globalidad, el grupo de puntos da información directa sobre el perfil de la personalidad de un humano. Y debe comprenderse como el esquema de conexiones de la conciencia del sujeto: un dibujo en el que podemos consultar sus motivaciones inconscientes profundas. La composición de puntos envuelve al centro, y en la mayor parte de casos la persona no es siendo consciente de esta motivación. Está oculta tras la cubierta de los signos zodiacales y está alejadísima de la cubierta del sistema de viviendas (la esfera de la conciencia diurna). A lo largo de casi todo el día habitamos el sistema de viviendas y no es de extrañar que bastante gente no tengan ingreso al nivel de la composición de puntos; por lo menos, hasta el momento en que no se lo ofrecen de manera consciente. El grupo global de puntos, la composición de exactamente los mismos, representa al humano en su unicidad y en su individualidad. Exhibe la «imagen interior de la persona». Es algo oculto que desea desplegarse y manifestarse en este planeta. Y las imágenes, la percepción deducible de la manera y el color del grupo, nos asisten a comprender y entablar puentes con esta parte esconde. En la composición de puntos reconocemos las herramientas que cada individuo tiene a su predisposición para ordenar su historia a su forma, sobrepasar sus inconvenientes, desplegar y desarrollar sus talentos, emplear las habilidades de estudio y transformarse en un sujeto responsable. Se hace cargo de poner de manifiesto la vida interior y asimismo de qué manera se puede conducir hacia afuera. Nos enseña exactamente en qué áreas de la vida se tiene la posibilidad de tener éxito y exactamente en qué otras la persona se siente denegada o incomprendida. El arte del astrólogo radica en interpretar esta figura global de puntos en su globalidad y su unicidad (1).
En el enfoque Huber se le da mucha relevancia al tema de dedicar el tiempo preciso a ver una carta en su integridad antes de ingresar en los datos concretos, observando de entrada a la composición de puntos. ¿Qué imágenes brotan? La percepción deducible de la imagen abre puertas hacia lo escondido, hacia la esencia de exactamente la misma tras la motivación escencial básica. Por servirnos de un ejemplo, al contemplar la composición de puntos en su globalidad, entre las primeras constataciones a efectuar es si la figura que forman los puntos tiene un carácter mucho más bien dinámico o estático. De ahí que hay que ignorar las consideraciones analíticas y confiar en la intuición y en la sensibilidad estética. Las figuras cuadrangulares tienen un carácter estático, las figuras triangulares un carácter dinámico de movimiento y las figuras lineales un carácter dinámico mucho más pronunciado (determinan una dirección). La simetría de la figura de puntos asimismo es importante: cuanto mucho más simétrica es una figura, mucho más estático es el carácter de la persona y cuanto mucho más asimétrica, mucho más dinámico es su carácter.