astrologia de la personalidad dane rudhyar kier 1989

Si bien no es la primera declaración oficial sobre la Astrología- en 1928 la pone como un ejemplo de los contenidos míticos presentes en el Inconsciente Colectivo- al obituario de su amigo Richard Wilhelm (diez/5/1930 ), la nombra al lado del I- Ching, refiriéndose por vez primera al comienzo de Sincronicidad. En esta presentación se explaya, primeramente sobre el oráculo chino y después añade como un ejemplo de esta fenomenología a la Astrología: “sería considerada un caso de muestra a enorme escala de Sincronicidad, si se dispusiese de desenlaces universalmente seguros. Pero sí hay hechos comprobados por gran estadística, que vuelven a la Astrología digna de cuestionamiento filosófico. paréntesis y el reconocimiento para su cuestionamiento filosófico fuera. Nos enseña la precaución de Jung en frente de la Astrología. Esta actitud tiene su fundamento, como recomienda él mismo al obituario. El principio sincronístico en el que se fundamentaría la Astrología: “está supuestamente en extremista oposición a nuestra cosmovisión occidental científica causal –teleológica. En otras expresiones, él es increíblemente anticientífico y nos está contraindicado, de ahí que se sustraiga y resulte incomprensible a nuestro juicio científico.”(3) Para Jung, que con su extremada prudencia, deseaba sostenerse en el campo Científico, llevar a cabo declaraciones de esta clase era riesgoso increíblemente. En la situacion del I-Ching, era mucho más simple proteger este modo dadas las diferencias culturales. En exactamente el mismo obituario dice su experiencia con el presidente de la British Antropological Society, quien le pregunta de qué manera un pueblo con un intelecto tan creado como el chino, no había creado un conocimiento científico. A esto Jung le respondió que el I-Ching era la obra “estándar” de su ciencia y se fundamentaba en un comienzo absolutamente distinto al occidental. Mucho más bien difícil era llevar a cabo esta distinción con la Astrología- pese a su origen caldeo- dada la predominación en el pensamiento occidental y mucho más aún con el agravante de ser echada de la Facultad en el siglo XVII . Esta precaución no dejaba de enseñar una actitud valeroso, a sabiendas de que se encaraba a los prejuicios científicos –que hay todavía el día de hoy– en relación a la Astrología. Lo mismo ocurría con el principio de Sincronicidad que esbozara en ese instante, tardó 22 años en amontonar prueba y aclararlo para pronunciarse finalmente en “Interpretación de la Naturaleza y la Psique” donde incluirá un ensayo astrológico. El interrogante que nos aparece es –si aparte de lo citado– habría alguna razón mucho más para esta extrema precaución y si tenemos la posibilidad de determinar cuándo comienza el contacto de Jung con la Astrología.

En 1974 se publicó el epistolario sostenido por Freud y Jung entre 1906 y 1914. Jung se había resistido a que se publicara mientras que estuviese con vida, pese a la aprobación de los herederos de Freud. Primero autorizó la publicación pasados 30 años de su muerte, en otro instante en 1980. Tras su muerte en 1961, y tras profundas negociaciones, se alcanzó un acuerdo y se han publicado en 1974. 360 cartas que intercambiaron hay 3 referidas al ocultismo( 138 Jung, 139, Freud; 254J, 255F; 259J,260F). Las respuestas de Freud habían sido autorizadas por Jung y Ernest Jones para su publicación en “Records, Sueños y Pensamientos”. La primera se refiere a la experiencia contada por Jung en su autobiografía. Opinando sobre Parasicología y Ocultismo, Freud los rechazaba según la concepción materialista de la temporada. Jung en ese instante sintió su diafragma un calor como de hierro incandescente y se causó un fuerte crujido en la biblioteca de Freud. El psiquiátra suizo comentó que se había producido un fenómeno de exteriorización catalítico, y pronosticó que se repetiría frente a la sorpresa del vienés. En las otras 2 cartas hace aparición el tema de nuestro interés: la Astrología. En la carta 254 del 8 de mayo de 1911, Jung redacta: “debemos apoderarse asimismo el ocultismo. Y pienso que desde la teoría de la libido. En este momento doy vueltas a la astrología, cuyo conocimiento hace aparición indispensable para la entendimiento de la mitología. En estos dominios oscuros hay cosas fantásticamente extrañas.”( 4) En esta misiva comienza a verse la causa de la separación en medio de estos 2 colosales de la ciencia: la teoría de la libido. Pero en el próximo parágrafo tenemos la posibilidad de ver el ascendente de Freud sobre Jung y la ambivalencia juvenil del suizo: “Permítame, por favor, vagar, a exitación por estas infinitas. Voy a traer un botín rico para el saber del alma humana. Debo embriagarme a lo largo de cierto tiempo con aromas mágicos, para llegar a entender completamente qué clase de secretos acoge el inconsciente en sus abismos.”(5). Frente este pedido Freud responde (carta 255) el 12 de mayo: “Yo sé que sus tendencias mucho más íntimas le impulsan a usted en el estudio del ocultismo y no dudo que volverá ricamente cargado. En oposición a esto, nada hay que llevar a cabo y lleva razón todo el que que prosigue la concatenación de sus impulsos. Su popularidad antecedente de la «Demencia» resistirá cierto tiempo al insulto de «místico». Pero no se quede allí, en las colonias tropicales, hay que gobernar en el hogar. su popularidad científica ganada por medio de los escritos sobre la “Demencia Precoz” resistiría un tiempo, pero si se quedaba el “insulto de místico” caería. Para Jung esta admonición no habría pasado sin secuelas, dada la relación filial entre los dos, “el primer hombre esencial que había popular”(7) como lo expresase él mismo en su vejez. Pero el impulso a la liberación del puer de su tutela del Senex-Padre parecía estar liberado. Un mes después (12 de junio de 1911) el joven Jung insiste y ahonda en el tema: “Mis noches están muy ocupadas por la astrología. Cálculo horóscopos, para inferir su contenido como verdad sicológica. Hasta la actualidad he visto ciertas cosas visibles, que indudablemente debe semejarles pasmantes. En una señora, el cálculo de las situaciones de las estrellas, dio por resultado un cuadro de carácter muy preciso, con ciertos datos sobre el destino, pero que no le correspondía a ella sino más bien a su madre; en esta, los aspectos de carácter se ajustaban a la perfección. Esta señora padece un complejo materno increíble. Debo decir que realmente bien podría descubrirse un óptimo trozo de entender deducible derivado del firmamento. Semeja ser, por servirnos de un ejemplo, que los signos del Zodiaco, son imágenes que corresponden al carácter, esto es: símbolos de la libido que describen las que corresponden características propias de exactamente la misma.”(9) La contestación del sabio vienés(15/6) en esta ocasión es considerablemente más tranquilidad: “En cuestiones de ocultismo me he vuelto sencillo desde la enorme lección de las vivencias de Ferenczi. Prometo opinar todo cuanto de alguna forma logre mostrarse como razonable. Pero usted sabe que lo hago de buen grado. Pero mi hybris(soberbia) está rota desde ese momento. Me agradaría saberle según con Ferenczi, si uno de nosotros se escoge a ofrecer el arriesgado paso hacia la propaganda y también imagino que esto puede ir unido a una perfeccionada independencia del trabajo.” (diez) Volviendo a la carta del 12/6, esta exhibe en Jung mojado de la capacidad de alzar temas natales y de interpretarlas, aun con enorme sutileza sicológica al avisar la predominación lunar (complejo materno) opacando las dominantes personales del originario. Por otro lado, empieza a concretarse la ulterior investigación al referirse al “trozo de entender deducible derivado del firmamento”. Por último, la causa de esta investigación, la explicitación –en ese instante temprano– de los signos zodiacales como símbolos de la libido que describen características habituales. 2 problemas nos brotan aquí: ¿esta apreciación va a haber tenido predominación en su nuevo término de libido? Si de este modo fuera, ¿de qué manera el puer Jung se atrevió a ofrecer “el arriesgado paso a la propaganda” de este descubrimiento?

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