Tal como el tráfico de Urano es un instante para “despertar” la conciencia de un sujeto, Neptuno es una energía que “disuelve” su composición interna. Son fuerzas muy dispares, y como semejantes han de ser entendidas si se desea entender por qué razón y de qué manera se expresan sus efectos en nuestras vidas, singularmente en el momento en que se une a nuestro Sol natal. Es fundamental rememorar que es un tráfico infrecuente en tanto que pasa solo una vez en la vida ya que su período de rotación en torno al Sol dura 165 años.
Los tránsitos y la esencia de Neptuno afectan de manera directa a nuestro deseo de trascender el sentimiento de ser un yo aparte para fundirnos con algo mayor a través de la “disolución de fronteras”, es l anhelo de perdernos, de derretir y trascender a nuestro yo apartado, su energía diluye la frontera entre nosotros y el resto, pero asimismo mina la frontera interna entre consciente y también inconsciente anegando nuestra identidad consciente con contenidos provenientes del inconsciente , lo que frecuentemente hace experiencias de confusión, debilidad o desalimento. Su efecto disolvente acentúa nuestra percepción de la unidad de todas y cada una de las maneras de vida y incrementa nuestra empatía y sentimiento de conexión con todo cuanto existe, pero no es moco de pavo capturar la iniciativa de unidad fundamental de toda vida en el momento en que la sociedad de la cual formamos parte occidental nos forma en la creencia de una vida “yo-aquí-dentro” y “tú-aquí-fuera” con límites bien establecidos, pero místicos de todas y cada una de las temporadas y sitios nos han advertido de la presencia de otra dimensión de la verdad donde nada existe aisladamente. Irónicamente con la introducción de métodos y también instrumentos científicos mucho más avanzados, en este momento los físicos les dan la razón al conocer que el electrón, partícula subatómica, no puede ubicarse en el tiempo ni en el espacio, deduciendo que es imposible explicarlo como separados o apartados entre sí personas u elementos que están constituidos por átomos, reafirmando por último que, en un nivel profundo de nuestra vida, nos encontramos todos interconectados.
Aparte de fomentar nuestro interés en conjuntos, este tráfico es bueno para la socialización por norma general y para las asociaciones. Las relaciones que ya están disfrutarán de una mayor cercanía y unión espiritual, y las relaciones íntimas van a ser mucho más agradables y cariñosas.
Las novedosas relaciones que se formen en este momento podrían ser un género de pareja sensible o mucho más espiritual, logrando proceder de la participación en conjuntos o clubes. Una exclusiva relación asimismo se favorecería de una visión compartida de la alegría futura juntos.
Júpiter Grupo a Neptuno a Peces en Conjunción con los Planetas Personales
La conjunción de este tráfico con un mundo natal es realmente fuerte, singularmente en el momento en que está a los 23 grados de Peces. Cualquier mundo que entre en conjunción con estos 2 colosales se conecta con el inconsciente colectivo. Esto puede despertar vivencias místicas como asimismo tenemos la posibilidad de llevarlas por las corrientes sentimentales del resto.
Para todos y cada uno de los que tengan planetas entre 15 y 29 grados de Peces, este tráfico puede ser una enorme ocasión para trascender la ilusión y conectarse con la auténtica magia de la vida.
¿Se siente cómodo con la adicción?
Aun los puntos suaves tienen la posibilidad de volverse perezosos y también indulgentes. En el peor caso, la persona con una conexión entre Júpiter y Neptuno puede sentirse bastante cómoda siendo adepta o gozando de ser mimada y también indolente. Un excelente ejemplo sería un poeta o músico cuyo benefactor apoya su adicción al alcohol o las drogas. Los puntos blandos de Júpiter Neptuno tienen la posibilidad de transformarse de forma fácil en un dependiente servible y soportar el cambio pues las situaciones jamás son tan malas para combatir la verdad de su adicción.
¡Pero no ponemos bastante freno aquí! El trígono de Júpiter con Neptuno pertence a las conexiones mucho más románticas y soñadoras que puedes tener. Es casi un sueño hecho situación. Júpiter en conjunción con Neptuno y Júpiter en sextil con Neptuno asimismo son agraciados, pero no tan mágicos como el trígono.
