El interés por los horóscopos, la astrología y las artes esotéricas semeja estar viviendo un boom en los últimos tiempos. Más allá de que puede ser solo una percepción, en comunidades y conjuntos de Whatsapp, el tema es inclinación: hay cientos y cientos de mems referidos a las especificaciones de los signos y hace un mes la oración “Mercurio retrógrado” logró tremer a varios.
Gael Policano Rossi, mucho más popular en Instagram y YouTube como AstroMostra, es astrólogo, escritor y dramaturgo. En una charla con DIB examinó este fenómeno que en la actualidad parecía agregar poco a poco más seguidores, más allá de que se intente una actividad que se ejerce nada menos que “desde el principio de la narración de la raza humana”, resaltó.
¿La astrología polariza?
La polarización en las elites políticas llegó para quedarse, las sociedades resignifican esta distancia percibida como cámara de eco, advirtió V. O. Key en la década de 1960. Como uno de sus aspectos mucho más visibles, la polarización disminuye la dificultad de nuestro accionar, al realinear diferentes campos de nuestra vida que quedan contenidos, todos juntos, en polos contrapuestos. De este modo, las divisiones político-ideológicas hallan su correlato en el campo económico —mucho más libertario o mucho más estatista—, en el sanitario —donde las libertades particulares retan el precaución colectivo— y en el geográfico —entre aquéllos que se mudan de vecindario por estar con gente como uno—. No obstante, no es tan simple entablar distinciones concluyente entre racionalismo y también irracionalismo en el momento en que se piensa en los astros. “Quienes practicamos la astrología no somos siempre religiosos o antivacunas”, me advirtió un astrólogo con cuidado.
¿Quizás ser académico supone no opinar en la energía de los astros y su conexión con los movimientos terrenales? ¿Ser político te devuelve mucho más estadista o mucho más místico? Los especialistas en asesoría política entrevistados para este producto afirman que los líderes políticos son “cabuleros por definición” y que, a veces, toman los sondeos de opinión como una explicación mística del rumbo de la política, según afirman o no las suyas presunciones. En este ámbito, además de esto, circulan los comentarios que señalan a consultas de las elites políticas por servicios místicos o pensamientos mágicos desde los que se comentan el derrotero de determinados acontecimientos.