astrologia que casa hay que mirar para enamoramiento

Por Antonia Utrera Barcelona (España) . Septiembre 2016 Lluís Gisbert: » La fuerza que desplaza el sol y las estrellas es exactamente la misma que desplaza el alma humana». Nace en Barcelona, ​​el 19 de diciembre de 1967, en el entrañable vecindario de Gràcia. A los treinta años, mediante los tutoriales sobre astrología, filosofía y psicología junguiana que daba el pensador y astrólogo Enrique Eskenazi en Barcelona, ​​revela la pasión por la astrología. Después certifica sus estudios en la Faculty of Astrological Studies de Londres, bajo la tutoría de Marta Xargayó. Lluís Gisbert es asimismo instructor de Yoga que se titula. Hoy en día se dedica totalmente a la astrología, tanto en solicitud, como en charlas y tutoriales. Llegaste a la astrología por al azar… Sí, llegué a la astrología por al azar en 1997, jamás antes me había entusiasmado. Descubrí que, lejos de la adivinación clásico, la astrología era un conocimiento que se vinculaba con otros entendimientos como la mitología, la psicología junguiana, una visión de todo el mundo que debía ver con una filosofía. Se encontraba entretenido, con pasión, muy similar a enamorarse. ¡Uno puede enamorarse y acojonarse, echar atrás y no atreverse! en un caso así, me atreví. Me lancé a la piscina. –ríe. La astrología es milenaria. La astrología aparece 2 mil años antes de Cristo en Mesopotamia. Y desde hace tiempo fue psicología humana. La visión que aportó al planeta el sicólogo Carl Gustav Jung puede hermanarse de forma muy importante en la astrología, vinculando los 4 elementos de astrología con las 4 funcionalidades sicológicas de Jung. Conceptos como arquetipos, inconsciente colectivo, etcétera. tienen una afinidad muy íntima con lo que simbolizan los planetas. Merced a Jung y astrólogos que eran psicólogos junguianos se abrió una visión de la astrología, llamada asimismo astrología humanista o sicológica. ¿Por qué razón es tan esencial el instante y el lugar del primer aliento de vida? Es la esencia de la astrología, el espíritu de algo en el momento en que comienza. En el momento en que en la vida poseemos un emprendimiento, una compañía que pasa por una época de crisis o caída, en ocasiones procuramos proceder a los orígenes de este emprendimiento, para hallar el espíritu del comienzo que logró que aquello naciese con pasión, con ilusión, con entusiasmo y que quizás perdimos. El comienzo de algo debe ver con el espíritu de un tiempo, con la calidad de un tiempo. ¿Hijos de un momento espacio-tiempo? Si somos hijos de un tiempo, un momento en el tiempo. En el momento en que el astrólogo levanta la carta de un ser que nace en la Tierra, busca el momento en el que ha nacido y vincula los 2 planos, ese punto de la Tierra donde ve nacer un ser y de qué manera se relaciona ese momento con el sistema del sol. La astrología tiene algo básico y sucede que nos enseña que el hombre pertenece a la Tierra y forma una parte del cosmos, que no somos ente separados del ambiente del que formamos parte, que somos cosmos actuando. Hay una sincronicidad, una correo entre el nacimiento de un ser aquí en la Tierra y las configuraciones planetarias que hay en el cielo. El espíritu de un tiempo… Exactamente la misma un catador de vinos, saboreando un vino te puede decir que es de semejante sitio, del Penedès, por servirnos de un ejemplo, y del año 87, puede sentir que este vino es hijo del espíritu de un tiempo. De la misma en lo colectivo, en el arte asimismo podemos consultar un tiempo en el que se moderniza el arte, temporadas en las que se muestran vanguardias, penetra el subrealismo, etcétera. Es esta iniciativa que el tiempo tiene un espíritu y que en el momento en que nacemos somos hijos del espíritu de aquel tiempo, y que esto queda impreso en el alma de esta persona como fundamental en su individualidad. La astrología no evalúa. De esta forma es, para la auténtica astrología no hay buenas o malas cartas, o conceptos como algo positivo o malo en una carta natal. El agricultor que cultiva naranjos sabe que no van a salir naranjos en el mes de julio y que para poder ver florecer las naranjas vamos a deber aguardar a septiembre u octubre. Otra cosa es como uno se sensibiliza a este tiempo, es posible que la vida me esté pidiendo “poner a examen”, materializar, responsabilizarme de algo, y que yo esté tratando irme de vacaciones, entonces voy a tener inconvenientes, no por el hecho de que ese tiempo sea malo o pues la astrología pronostica que me va a ir mal, sino más bien por el hecho de que no estoy sintonizado con el espíritu de ese tiempo. Conocer que la astrología nos deja sensibilizarnos y vivir considerablemente más acorde con este tiempo, es clave. ¿Y como herramienta de autoconocimiento? Si charlamos de autoconocimiento, no va a ser un conocimiento al servicio del ego, a fin de que la vida me vaya como yo deseo, por el hecho de que precisamente lo que la astrología cuestiona es ese “yo deseo”, sino más bien como instrumento a fin de que la nuestra intención se alinee con las características del tiempo de nuestras vidas, de ser sensibles al “cuándo”, y poder vivir considerablemente más acorde con nuestra verdad fundamental. Frecuentemente deseamos lo que no se desea en nosotros y esto genera que en la vida nos abrimos a una sucesión de síntomas y de límites, que podemos consultar como frustración o por contra, como ocasión de alinearnos y preguntarnos nos si o sea verdaderamente lo que deseamos. La astrología es un mapa al servicio del sí mismo, del alma, no del ego.

James Hillman afirmaba que los dioses se expresan por medio de los síntomas. El síntoma provoca que el yo entre en crisis, y ordena a efectuar un cambio en el sentido de preguntarnos si vivimos según lo que se desea en nosotros, no en el sentido de nuestro yo diario y egoico, sino más bien esta iniciativa del daimon socrático. Si uno desea vivir una vida alejadísima de la iniciativa por la que uno está aquí, su historia va a estar llena de síntomas. Y estos síntomas son límites a su intención, pero asimismo es la posibilidad de que uno logre reorientarse para vivir considerablemente más según sí mismo.

12 historias amorosas celeste

  • El divorcio de Vulcano

<p id=" Ilustración de Thomas Hegbrook, del libro La Luna, de Hannah Pang.

La unión de Venus y Saturno

Venus representa el cariño y Saturno el deber, la compromiso y la especialidad, conque en el momento en que los dos se unen a tu carta natal señala una asociación cariñosa.

La energía de Júpiter trae suerte y en el momento en que se une con el amoroso Venus señala que las opciones de hallar un amor incrementan.

El cariño para las Lunas en signos de agua (Cáncer, Escorpio y Peces)

El cariño se relaciona con la conexión sensible profunda. Una que no debe ver con las expresiones, sino más bien sentir que el otro entiende lo que la persona siente y que, merced a ello, le distribución seguridad sensible y contención. O sea aun más esencial que nuestra individualidad y objetividad. De ahí que las Lunas en agua sean mucho más dependientes y pegadas y logren llegar aun a vivir por medio de sus parejas. Por consiguiente, que rechacen la independencia y el desapego del otro.

Normalmente la vivienda, los espacios de conexión sensible y la privacidad son puntos de la relación demasiado valorados. La familia por supuesto es asimismo fundamental.

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