Si observamos cómo ha evolucionado la astrología a lo largo de los años, descubriremos al menos tres enfoques diferentes. Durante miles de años, los astrólogos han practicado lo que podría llamarse el enfoque orientado a eventos. Este es el enfoque predictivo y fatalista donde nosotros en la Tierra somos vistos como víctimas indefensas sujetas a las fuerzas abrumadoras de los planetas. Por lo tanto, necesitamos superar los aspectos «malos» en nuestras cartas natales y evitar las crisis predecibles que son «causadas» por los planetas malévolos.
No hace falta decir que este tipo de astrología no es muy inspirador ni empoderador. ¡Desafortunadamente, este es exactamente el tipo de astrología al que muchas personas han estado expuestas! En lugar de proporcionar información sobre nuestro potencial más alto y cómo actualizarlo, nos quedan advertencias para estar atentos a ciertos tránsitos o predicciones que pueden debilitar nuestros esfuerzos para lograr lo que busca expresarse desde adentro.
Afortunadamente, la astrología progresó a una segunda etapa, que podría llamarse el enfoque humanista o centrado en la persona. A diferencia del enfoque orientado a eventos, que se enfoca más en la predicción y el efecto «bueno o malo» de las influencias planetarias, el enfoque humanista ve al individuo como una persona esencialmente completa en el proceso de convertirse.
Desde la perspectiva humanista, la carta astral no es algo que deba ser superado ni juzgado en términos de bueno o malo. El astrólogo humanista busca ayudar al individuo a armonizar los diversos aspectos y funciones de la personalidad representada por los planetas, las casas, los signos zodiacales y los aspectos. Desde la perspectiva humanista, los aspectos desafiantes de la carta se ven como experiencias necesarias en el acto de convertirse.
En la Astrología Transpersonal, el tercer enfoque, el objetivo no es necesariamente la integración o armonización de la personalidad. Desde la perspectiva transpersonal, la realización personal es sólo una de las muchas fases del proceso de transformación que conduce a un nivel superior de conciencia. Todos conocemos a muchas personas que se llevan muy armoniosamente pero al mismo tiempo nunca comienzan a aprovechar su potencial o compartir su contribución única a la sociedad.
Para aquellas almas valientes que no están satisfechas con simplemente «salir adelante» en la vida, la Astrología Transpersonal ofrece la posibilidad de utilizar todos y cada uno de los aspectos desafiantes y oportunidades en la carta natal como información vital para nuestra transformación. Lo que se nos revela en nuestra carta natal, desde la perspectiva transpersonal, es nuestro llamado; nuestro destino espiritual.
Si queremos liberarnos del sentido limitado de nosotros mismos que está arraigado en nosotros por la familia, la sociedad y la cultura, debemos estar dispuestos y listos para abrazar nuestra vanguardia. En otras palabras, debemos estar dispuestos a enfrentar nuestros mayores temores (desafíos) que enmascaran nuestra mayor esperanza. En este caso, esa «esperanza» es lo que cada uno de nosotros conoce profundamente, que estamos realmente aquí para marcar la diferencia y estar al servicio de los demás a nuestra manera única.