La Rueda de la Fortuna está socia a la fortuna material y espiritual, a comodidades incomprensibles aun en la mitad de ocasiones agobiadas, a provecho muy enormes en algún campo de la presencia, a campos donde únicamente la fe flamea. Operaciones bien difíciles donde la supervivencia se asigna únicamente al milagro, ese milagro es la Rueda de la Fortuna.
El cálculo del punto de la fortuna o asimismo llamado Rueda de la fortuna se apoya en las situaciones del Sol, de la Luna y del Ascendiente. Se cree que estas tres energías son escenciales para el hombre y tienen una predominación notable sobre la capacitación de su carácter. La conexión en medio de estos tres componentes recibe el nombre de pars fortunae, el Punto de la Fortuna. Este punto sensitivo apunta ese sitio en la Carta Astral donde el Sol, la Luna y el Ascendiente se tienen la posibilidad de expresar de la manera mucho más armoniosa. Así, señala por emplazamiento aquella esfera de la vida que nos proporciona la opción mejor de presenciar verídica felicidad (el signo nos señala el “De qué forma” y la vivienda pertinente el “On”), nos enseña el sitio donde está escondido el nuestro tesoro, nuestra fortuna.
Cálculo del punto de la fortuna
Para lograr calcular el punto de la fortuna tenemos la posibilidad de, o asistir a una vidente enfocada que sea quien se encargue de hacernos la carta astral en base en el instante de nuestro nacimiento, o tenemos la posibilidad de ingresar en una página de Internet que disponga de todos y cada uno de los datos precisos para lograr hacerla.
Alguno de las opciones es buena siempre y cuando no dejemos que absolutamente nadie nos tome el pelo, y que los datos que deban emplear para saber este punto se tengan en cuenta verdaderamente auténticos.
Parte da Fortuna y sabiduría
Aquí ninguna uma nota: pese a regra, utilizada como hecho por astrólogos como Bonatti y Manilius, hay situaciones, perdoémeme por la heressia us, me que o cálculo diurno semeja ser conveniente mesmo para la natividade noturna. É uma questão de presenciar y contrapor se da plantillas anudé que se chegue a um denominador comum. O término de Roda da Fortuna puede ser aplicado al mapa montado como Parte da Fortuna localizada no Ascendiente, o chamat Círculo de Atla, como tão bem enseña la astróloga Bárbara Abram en su artigo de Constelar nº 16. concordancia como o tema que ora intentamos:
A iniciativa de um corpo celeste (en Lua) relacionado como movilidad que detona en la Tierra les fenómenos 2 principios celestes fui mantenido muito tempo depois da era alejandrina y está viva actuando con Astrología Horária y asimismo en el momento en que se fala da Lua fuera de curso y todas y cada una estas coises.
EL PARTE DE LA FORTUNA
Esta parte, favorece a los temas de la vivienda siempre y cuando el originario se esmere en desarrollar los principios espirituales del Signo, si no es de este modo, puede suceder que las ocasiones o “suerte” no sean aprovechadas o pasen inadvertidas. Los puntos con los planetas representan los medios que poseemos a favor o en contra para desarrollar la naturaleza del Signo y de este modo sacar o no beneficio de lo que representa la Casa. Por consiguiente, es nuestro deber desarrollar las características del Signo para ser mucho más siendo conscientes de los temas de la vivienda y de este modo poder sacar mucho más rentabilidad. Naturalmente, todo va a depender en buena medida de la naturaleza de los planetas aspectados y de los propios puntos. En el momento de interpretar el Parto de la Fortuna, es requisito tener en consideración la situación de los planetas y sus puntos por norma general para poder ver si acompañan en algún nivel esta.
O sea:
El punto de fortuna y la carta natal cármica
Las situaciones del Sol, la Luna y el Ascendiente se usan para saber el punto de fortuna. Estas tres fuerzas se piensan fundamentales para el hombre y tienen enorme encontronazo en el avance de su carácter.
La Luna representa el lado sensible, tal como las reacciones conscientes y también inconscientes, al tiempo que el Sol representa nuestra identidad espiritual y la llegada de nuestra aptitud de querer. Mientras que lo que nos deja presenciar la encarnación es el Ascendiente, la personalidad aparente.