Por Montserrat Villar (CSIC)*
La creencia en la astrología prosigue muy arraigada en la sociedad. Aún el día de hoy ocasionalmente brincan a sus sucesos instituciones educativas de prestigio que deciden acoger u ordenar tutoriales y congresos aplicados a la astrología, no desde un criterio histórico y crítico, sino más bien para la promoción de las prácticas en teoría adivinatorias. Quizás el misterio de su popularidad está en esa ingrediente sicológica que apela a las conmuevas de la multitud y su necesidad de aferrarse a algo tangible que dé respuestas y dé luz sobre un destino dudoso. En verdad, es destacable la reacción que lúcida entre sus varios seguidores cualquier razonamiento que se presente en oposición a la astrología. Esto con frecuencia va seguido de virulentas acusaciones de dogmatismo infundado, inquisición al amparo de la ciencia, censura intelectual, etcétera.
Astronomía
La astronomía es la ciencia que estudia el cosmos en su grupo desde el análisis de las situaciones, los movimientos, las construcciones y la evolución de los astros. De ahí que se utiliza el procedimiento científico apoyado en la información recibida esencialmente con apariencia de radiación electromagnética o de partículas (luz aparente, infrarroja, ondas de radio, rayos X, etcétera.)
Astronomía según la RAE:
Ciencia trata de los astros, de su movimiento y de las leyes que lo rigen.
Grecia y Roma
Un grabado de Euclides y Ptolomeo con un diagrama cosmológico entre ellos. (Fotografía vía Wikimedia
Commons,
CC BY 4.0)
Cerca del 280 a.
C., Beroso, un sacerdote de Bel de Babilonia, se mudó a la isla griega de Kos para educar astrología y cultura babilónica a los helenos. En el siglo I a.
C., se practicaban extensamente 2 ediciones de la astrología: la lectura de horóscopos y la astrología teúrgica (que verdaderamente significa “obra de dios”). La primera procuraba información sobre el pasado, el presente y el futuro, al tiempo que la segunda se preocupaba por el ascenso del alma a las estrellas y la transformación personal.
Origen de la astrología
La astrología tiene múltiples orígenes, en tanto que el interés por localizar sentidos entre los astros del firmamento nocturno ha acompañado a la raza humana desde las civilizaciones mucho más viejas, como la china, la india, la maya o la mesopotámica. Existe prueba de intentos astrológicos que datan de hace 25.000 años.
No obstante, la tradición astrológica occidental empezó en Babilonia y el Viejo Egipto, en torno a 2.000 años a.
C., relacionado con la religión y con la toma de resoluciones de los reyes. Por poner un ejemplo, en una sucesión de rollos llamados los
Contenidos escritos de los Tiempos del Viejo Testamento, se enseña que Gudea, gobernante de Lagash, recibió de los dioses la explicación en relación a qué constelación convenía mejor para edificar el nuevo templo.
¿Por qué razón se da el nombre de astrología?
El nombre de astrología, proviene de su primordial razón de ser y que una parte de su concepto en la civilización griega, donde Astra, que es una estrella, y Logotipos, la lógica o la razón.
En cada cultura, hay algunas opiniones en las que podrían asociar como padre de la astrología distintas individuos de la historia, pero ocasionalmente observaremos entre las líneas de los progenitores o predecesores de la astrología el nombre de Hermes Trismegisto, quien era un sabio en la civilización egipcia, al que no solo se le asigna ser el precursor de la astrología, sino además de esto se charla de esto en la literatura ocultista y como constructor de la alquimia y va desarrollar un sistema de opiniones metafísicas.