cursos de verano escuela huber de astrologia

Bruno Huber definió la CARTA DE INTEGRACIÓN DE LA PERSONALIDAD, como una carta que nos asiste a apreciar la sencillez o contrariedad que vamos a tener a integrar nuestra personalidad, por medio de las situaciones del Sol, Luna y Saturno. Hablamos de investigar los puntos en medio de estos tres planetas en la Carta Radix con estos en la Carta del Nodo Lunar. Esta novedosa carta comparativa Radix-Nodal tiene por nombre CARTA DE INTEGRACIÓN.

La Carta del Nodo Lunar condensa la suma de nuestras vidas precedentes, con sus vivencias, entendimientos, habilidades, deseos y traumas. Refleja nuestra personalidad inconsciente y en buena medida asimismo nuestro lado obscuro.

Angela Wilfart. In memoriam.

El pasado 17 de mayo despedimos a Angela Wilfart, otro de los pilares de la escuela y deseamos con este producto rendirle un pequeño homenaje.

En el final, vas a encontrar un vídeo de ella (como recuerdo de una visita que le hicieron nuestro colaborador Martín Ochoa y la asimismo psicoastróloga Adiela Nariño) y, por último, un link a material que disponemos y sobre ella.

Angela Wilfart. In memoriam.

El pasado 17 de mayo despedimos a Angela Wilfart, otro de los pilares de la escuela y deseamos con este producto rendirle un pequeño homenaje.

En el final, hallarás un vídeo de ella (como recuerdo de una visita que le hicieron nuestro colaborador Martín Ochoa y la asimismo psicoastróloga Adiela Nariño) y, al final, un link a material que contamos y sobre ella.

Los duros principios de Bruno Huber

«Tenía escasamente 17 años en el momento en que la astrología entró en mi vida. Yo mismo la había llamado con mi espíritu de contradicción – ¡y se quedó para toda la vida!

Exactamente a esta edad, donde uno se siente tan rasgado dentro suyo y en el que – debido al abismo que existe entre los idóneas y la verdad de este planeta – uno está en conflicto con el destino, se piensa que la persona debe elegir terminantemente el sendero que desea recorrer en su historia. Yo, por mi enorme amor por las estrellas, me había decidido por la astronomía. Pero, para sostener vivo mi enfrentamiento, fui a encontrar con un instructor de astronomía que con la cara roja de fanatismo renegaba de forma continua sobre la “astroLOGÍA” en sus clases. Tras cierto tiempo, me dio la sensación de que ese accionar no encajaba bastante con la responsabilidad de los números y las fórmulas. Y como deseaba comprender que consistía de todos modos la astrología, me adquirí un libro.

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