No resulta simple sentirse atraído por algunos entendimientos esotéricos, atracción derivada no por el exitación de saber en lo oculto sino más bien por el convencimiento de que en lo oculto se encuentran trozos enserio, en el momento en que no la realidad al terminado, sin que como consecuencia de tal atracción solicitas de una u otra forma en la Astrología. Aun por negarla como ciencia predictiva. Pero antes de disponerse a elaborar negaciones categóricas es conveniente tener un conocimiento si bien sea cortical de la materia a negar con tintes de dogma. De ahí que utilicé, lo admito, un cierto tiempo de mi vida en la lectura de libros de Astrología. No varios, ni bastante espesos, pero los que leí, que guardo en mallorca, me resultaron atrayentes, si bien no contundentes.
Sucede que nuestra obsesión por acertar el futuro es horriblemente vigorosa y esto hace que la aproximación a la Astrología se efectúa mucho más como técnica advinatoria de nuestro inmediato o mediado proceder que como ciencia de los astros capaces de ocasionar una substancia enérgética con la que hacer o dar forma biotipos que llamamos signos.
Ya que si bien no soy con la capacidad de elaborar de manera convincente, cuando menos por mis adentro, los postulados fundamentales de la Astrología, por lo menos en la fuerza predictiva de lo preciso, no niego que todo el que planeta me encanta. Es mucho más, en el momento en que contemplo en la pantalla los movimientos astrales y en el momento en que me quedo estupefacto frente a las dimensiones de los elementos del cosmos, siento una suerte de escalofrío interior y exterior que me ten en cuenta que prosigo siendo un apasionado este planeta, quizás un despechado por no comprender celebrar bastante bien, pero prosigo insistiendo en el cortejo si bien afirme que no volveré a cantar bajo el alféizar de esta ventana
Temperamentos planetarios y Zonas de Máxima Intensidad
Astrológicamente estos puntos de Salida Gauquelin reciben el nombre de Ascendiente y Mediocielo, respectivamente, y siempre y en todo momento fueron los 2 puntos mucho más esenciales del Zodiaco en toda carta astral. Representan -de manera aproximada y a fin de que el lector no introducido en el tema se lleve a cabo un concepto- el Este y la parte elevada del cielo para el instante y rincón de nacimiento. O sea, por dónde el Sol se levanta y dónde es mucho más alto sobre nuestras cabezas hacia el mediodía.
De todos modos, estas 2 zonas se terminaron ampliando a 4, que son casi los 4 puntos cardinales con en comparación con instante y rincón de nacimiento, si bien con una rápida desviación.
