felix novella astrologia argentina 2020

José Félix Benito nació en la localidad de Brinca, el 20 de julio de 1868, hijo del matrimonio formado por José de Uriburu y Poveda y Serafina de Uriburu y Álvarez de Médanos. El 17 de marzo de 1885, Uriburu ingresó como cadete en el Instituto Militar. Con el nivel de subtinente era entre los jefes de la Logia de los 33 Oficiales que participó en la organización de la Revolución del Parque en 1890, que si bien derrotada ocasionó la renuncia del Presidente Miguel Juárez Celman. El 19 de noviembre de 1894 se casó con Aurelia Madero Buján (1873-1959), hija de Eduardo Madero y Marcelina Buján Ellauri, y con quien tuvo tres hijos.

Fue ayudante de su tío José Y también. Uriburu y del presidente Luis Sáenz Peña. En 1905 apoyó a Manuel Quintana para sofocar la revolución extremista de 1905.

Catástrofes, crisis, guerras y los nuevos paradigmas que el día de hoy se viven forman parte de un desarrollo cíclico. El astrólogo Fèlix Novella dice de qué forma los planetas y las estrellas nos charlan de estos cambios, de qué forma tenemos la posibilidad de comprenderlos y por qué razón su ciencia es considerablemente más que el malentendido horóscopo. «El cielo es un espéculo», que se utiliza para ver, estudiar y proyectar qué va a pasar más adelante, afirma.

“13 de noviembre de 2012”, comunica con su voz grave Félix Novella Koo ahora una se le pone la piel de gallina, prácticamente del mismo modo en el momento en que relata el 27 de febrero de 2010. Si bien este astrólogo de acento argentino, aspectos peruanos y abuela chilena asegura y reafirma que no existe nada que tener miedo, pues en esa fecha no se observa, según sus cálculos, la devastación que produjo el terremoto del año pasado, sí espera un instante de precaución para Chile, por el hecho de que va a ser “bañado” por la ruta del próximo eclipse del sol. Y estos no van con chicas. Pasan por la Tierra dejando estelas desastrosas traducidas en terremotos, crecidas de agua, detonaciones, guerras o enfrentamientos magnánimos. Para enseñar un botón ¿Les suena el 11 de septiembre de 2001? Félix Novella hace honor a su apellido. Tiene una profesión que semeja de cuento. Su tema es ver las estrellas, los planetas, todos y cada uno de los astros del cielo. Si bien su capacitación está mucho más relacionada a las matemáticas y llegó a estudiar Ciencias Económicas y Contables en la Facultad de San Marcos, en Lima, Perú, distintas situaciones le llevaron a conectarse con el mapa del cosmos. Le atrajo, afirma, la relación con los cálculos y funcionalidades matemáticas aplicadas a la Astrología. «No soy un adivino», resalta. «Soy solo un individuo que ha estudiado ciencias y tradiciones, y que es con la capacidad de contribuir a hallar lo que otros procuran en preciso instante de su historia». Está de paso en Concepción de nuevo. Lo traen sus amigos, populares y las múltiples personas que solicitan los servicios de astrólogo. Personas que piensan que él tiene la clave de un conocimiento que no es moco de pavo actualmente. El saber sobre sí mismo y sobre las cosas que podrían perjudicar más adelante. Con una rotundo voarra remarca, frente mi solicitud, que no es vidente. Que no es con la capacidad de adivinar el futuro, que no hay adivinaciones por el medio, ni trances, ni espectáculos. Solo la capacidad de comprender leer lo que los astros patentizan según la situación. Y para agradar la sorpresa y las revelaciones lanza: «Los astros no influyen en la gente, en las sociedades o la raza humana, sino charlan de esto». -¿Entonces qué es Astrología, si la civilización habitual nos hace opinar en la predominación de los astros? “Astrología no es nada de lo que el común de la multitud busca en los diarios, ni es la carta natal que desciende en internet… Es una investigación detallado de la situación de los astros y planetas en el momento precisa del nacimiento de un individuo. Y tal como se quita la hora precisa del nacimiento de un individuo, puede hacerse lo mismo con la hora de nacimiento de una institución, de un espacio, un país o de un hecho. Desde esa hora precisa, los helenos afirmaban que se formaba una composición que llamaban horóscopo. Horóscopo no guarda relación con esto que hace aparición en las gacetas: “horos” es hora y “scopos” visión. Aguardaban cada 20 de marzo la salida en el horizonte de un conjunto preciso de estrellas. Este conjunto de estrellas daba el arquetipo de cuáles eran las ocasiones a producir, o inclinaciones que debían tenerse presente en el lapso del año”. -¿No hay entonces visiones en general para los nacidos bajo preciso signo? “Insisto. En la situacion de un individuo alguno, tomándole la hora del nacimiento y sabiendo el conjunto de estrellas que sale por el horizonte, tienen la posibilidad de decirme cuáles son las peculiaridades, la personalidad y medianamente cuáles son los órganos que están sensibles. Tomando como un ejemplo una sociedad, se puede decir hacia dónde va, a qué apunta esta sociedad y cuáles son sus efectos. Y asimismo se puede asociar por los planetas que están en contacto, los ciclos en los que tienen rincón ciertos acontecimientos con datas concretas”. -Aseguran que usted advirtió el terremoto de Chile “Sí. Pero procuramos sostener la precaución por no ocasionar alarma. En una charla, con tres meses de antelación, dije que la medianoche del 26 de febrero debería pasar un acontecimiento, que podía ser una explosión, según mis cálculos. En verdad, pregunté a los presentes si existía aquí alguna planta nuclear que pudiese tener estos inconvenientes, por el hecho de que sentía que la carga energética iba por ese lado… Asimismo podía tratarse de algún acontecimiento de naturaleza volcánica, un incidente masivo… pero, generalmente, era algo que encajaba el país. Yo mismo no podía entender a qué correspondía, pero sí fue un hecho que deslumbró al país, un acontecimiento de naturaleza asombroso y que tuvo como centro, de manera casual, el lugar que yo suponía”. -Y según su visión, ¿se puede regresar a reiterar? “Las configuraciones astrológicas en la temporada que vivimos en este momento tienen una secuencia de datas en las que probablemente halla descargas, pero no de la gravedad como la que hubo el 27 de febrero. Se observan descargas entre marzo y abril y en verdad, había alguna que tocó en el mes de enero. Después una en el mes de junio-julio otra vez en el mes de septiembre…” -¿Esto es, todo el año…? “Claro. Después los meses siguientes detallan que podría ser en el mes de agosto de 2012 y lo mucho más impresionante, hacia la última quincena de noviembre del año 2012. Para ser mucho más exacto el 13 de noviembre de 2012 hay un eclipse del sol que barre la región sur de la República de Chile, toca Punta Arenas y se interna en el océano”. -¿Y qué podría acontecer? “Si se hace un rastreo de los eclipses solares en los últimos tiempos y se aprecia el paseo se hallará que en la mayor parte de las datas de los eclipses solares, la región transitada por el eclipse fue bañada de alguna manera por acontecimientos de naturaleza sísmica u otros que han conectado. El ejemplo del 11 de agosto de 1999 que empieza en frente de Novedosa York, cruza el mar, baña Inglaterra, cruza España, baja por el Golfo Pérsico, atraviesa Van a ir-Irak, pasa por India y Pakistán, llega a China y acaba en la Isla de Taiwán. Si uno examina los acontecimientos siguientes se hallará que en verdad el 11 de septiembre de 2011 empieza en Novedosa York, se implica en ella España, Inglaterra y el enfrentamiento se prolonga a Oriente Medio, China discute su situación con Taiwán . Hay una situación equivalente. Mi especulación, en relación a la región donde se produce este eclipse, por el hecho de que va a ser visto de forma exclusiva en la región sur de Chile, es que probablemente logre haber una suerte de descarga en el océano en frente de las costas. O sea, no siempre en la tierra. Dios desee que me confunda”. -Usted afirma que orienta a la multitud, pero que en Astrología no hay cosas tan exactas. ¿De qué manera hallar el confort en forma personal y como sociedad? “Mediante la Astrología, la multitud pregunta sobre sí. Mi labor es enseñar a quienes nada hay por defecto. Es rarísimo, pues yo trabajo a fin de que mires en tu carta natal, en tu astrograma, ciclos de acontecimientos y experiencias que tú has experimentado y te cuento la crónica de lo que has vivido y lo que puedes vivir en una oportunidad futura a causa de los arquetipos que se vuelven a reiterar. Tal es así que si existe alguna situación que se puede reiterar más adelante que no te dejará un beneficio o una evolución y, es mucho más, te provocará padecimiento, tenemos la posibilidad de ver las causas, alterarla para conseguir el mayor beneficio” . -¿Tiene un don? “No. O sea solo conocimiento tras bastante estudio. Comencé a estudiar Astrología en 1981 por convidación de un amigo de la Fraternidad Rosacruz. Se reunía un conjunto que aprendía Astrología al cargo de un ingeniero. Yo estudiaba Ciencias Económicas y Contables en la Facultad de San Marcos en Lima, Perú, y me agradó por la relevancia de la Matemática en todo lo mencionado, por los cálculos trigonométricos y esféricos, empleando funcionalidades hiperbólicas y me acerqué a la clase y vi y vi que no tenía que ver con charlar de planetas ni su concepto, sino más bien enteramente de cálculos para lograr llegar a la ruta y el instante de los planetas y fue en relación comenzó mi gusto por saber por este secreto, realizando analogías entre la situación y las especificaciones de los astros” . -¿Qué busca alguien que le solicitud? “No puede decirse. Pero quien asiste a un astrólogo normalmente va intentando encontrar futuro. Comprender hacia dónde va y cuál va a ser la mañana. Tras la entrevista se revela que la Astrología sirve como una herramienta y por el momento no atrae el futuro, sino más bien conocer que por medio de este conocimiento se tienen la posibilidad de armonizar zonas de su historia, como la familia, el trabajo, las relaciones humanas y impulsar las herramientas internas de intención y conocimiento. Aun el cuerpo físico; ya que maneja información sobre una viable patología. Tomo el nombre, apellido y hora y rincón de nacimiento. Con esto se hace un esquema, se estudia con una técnica de progresión en una matemática incesante y se ve de qué forma un gráfico va alcanzando las situaciones de los planetas del sitio en el que nació. Esto, sumado a las situaciones recientes, puede conocerse cuáles son las tendencias de la temporada”. -¿Me afirma entonces que los astros sí que nos marcan? “No, los astros no nos marcan. Las situaciones de los planetas en el cielo lo único que hacen es enseñar las energías de un reloj cósmico colosal. Nos reflejan instantes en los que se desatan ciertos géneros de fuerzas en nosotros. No son ellos quienes desatan esta fuerza. Para lograr comprenderlo: Si nosotros poseemos un reloj y alteramos las manijas, la hora no cambiará. Los movimientos de los planetas indican algo que pasa con nuestra historia en una correlación. El hombre todavía es tan libre como siempre y en todo momento y de todos modos edifica su vida. Las situaciones de los planetas lo único que hacen es ser una herramienta de detección que nos comunica hacia dónde va la vida del sujeto desde la correlación que hay en el cosmos, tomándolo como un todo orgánico”. -¿Y qué hay del revuelo con este nuevo signo, Ofiuco? “Con esto hay ejemplos sorprendentes. Todo el saber astrológico que contamos en occidente deriva de todos modos de Grecia. Los helenos pensaban que el 20 o el 21 de marzo brotaba por el horizonte la estrella central de la constelación del Toro. Todos los años hacían un festival en honor al ojo de esa constelación. Pero todos los años se retrasaría poco a poco más la aparición de esta estrella. Se hizo cargo a Iparco efectuar una investigación sobre por qué razón pasaba ese retardo, en tanto que según los helenos el cielo no podía desplazarse, puesto que los astros eran antorchas ubicadas por los dioses. Iparco efectuó un cálculo y determinó que las estrellas se movían en situación reaccionaria, esto es, hacia atrás un nivel cada 72 años. Sus estudios fueron tomados por otras etnias que derivaron de la griega a occidente que reproducen los cálculos que logró en ese instante y se han tomado como referencia a los siglos siguientes, raramente sin efectuar las rectificaciónes. O sea, la herencia cultural que disponemos en Occidente es equivocada. Los chinos usaron 31 constelaciones, no 13. Los itites empleaban diez… Qué importa. El cielo puedes subdividirlo como desees. Lo esencial es que logres interpretarlo desde la civilización que hace la lectura y no sacarlo de contexto”. -¿Y en el 2012 apocalíptico de los Maya? “Lo único cierto frente a los estudios de los Mayas es que esta cultura calculó lo que lleva por nombre el ápice del sol, que es el polo del sol que apunta hacia una región concreta del cielo. Y ellos calcularon que el polo del sol se orientaría hacia el centro de la galaxia. Tal es así que la primera orientación hacia el centro de la galaxia ocurriría en el último mes del año del 2012. De todos modos, el ápice del sol apuntó a la parte mucho más próxima en 1997. Esto es, desde ese año vivimos lo que se piensa que va a ser eso del 2012. Si observamos que los Mayas advirtieron que entraríamos en otra clase de planeta, se generaría una crisis en el hombre, con guerras, cambios en el tiempo, en tener escasez de alimentos y un nuevo pensamiento de la raza humana, entonces desde esa fecha ahora nos encontramos en este período. No pasará nada de catastrófico a nivel global como la desaparición de millones de seres”. -Imagino que su especialidad tiene bastantes opositores… “Las críticas señalan a que los planetas no influyen en la vida de la gente. Y estoy totalmente en concordancia. Las estrellas no influyen en la vida de la gente”. -¿De qué manera propondría a quienes hallen paz y pierdan el temor a las catástrofes? Tema que está tan latente tras el trauma del terremoto. “Que conozcan la Astrología, ya que es un factor que puede llevar a cabo de espéculo, donde tienen la posibilidad de verse a sí mismas. La gente y las sociedades no tienen la posibilidad de cargar las responsabilidades a los planetas o al cielo por las cosas que pasan, sino tienen que hacerse cargo de lo que pasa. De todos modos, yo soy un vehículo para llevarlo a cabo, usando una sucesión de elementos de la investigación y las tradiciones, de un cúmulo de otros estudiosos, realizando retroalimentación y acompañando el desarrollo de quienes están en esta investigación. Pero mudar, vivir mejor y favorecerse es labor de nuestra gente. Y la tarea de conocerse y ver un futuro mejor asimismo. Uno da herramientas, exhibe y les hace comprender cosas, pero solamente. Tras todo, uno no es un adivino”.

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