la teoria de la influencia astrologia

No se podía soliciar un mejor diseño en fase de prueba para revisar la proposición central de la astrología, que afirma que la predominación de los astros sobre nosotros en el instante de nuestro nacimiento establece nuestras futuras habilidades, intereses y hechos. Mucho más de 2.000 bebés británicos nacidos a inicios de marzo de 1958 en centros de salud de Londres, varios de ellos con diferencias de minutos solo a sus edades, fueron seguidos por médicos a lo largo de años. La meta del rastreo era revisar de qué manera afectan en un largo plazo a la salud cuestiones similares con las prácticas, como la dieta, pero incidentalmente la enorme masa de datos amontonada sobre este conjunto durante los años ha servido para probar que la astrología no marcha. Pese a eso que tengan la posibilidad de opinar anteriormente consagrados practicantes como Kepler o Newton.

Según el estudio fué irrealizable hallar ningún corte, prioridad o desvío en alguna dirección preferente entre los 2.000 gemelos del tiempo, como los llama el producto. Si la proposición central de la astrología fuera alguna la predominación de las esferas habría de ser común a todos ellos, o muy afín, puesto que nacieron prácticamente al unísono y prácticamente en exactamente el mismo lugar. Deberían tener alguna característica o cree afín. Pero las terminadas estadísticas sobre su estado de salud y psicológico que se han juntado a lo largo de todos estos años no detallan ninguna; si hubiese alguna desviación estaría bajo el umbral de detección estadística. Esto no es extraño, pues entre los signos de la pseudociencia es exactamente este: postular efectos que están cerca de, o dentro, del umbral de fallo de medida. En un caso así, el ensayo es concluyente: la predominación de los astros en el instante de nuestro nacimiento sobre nuestra vida posterior es inexistente. No obstante, no aguarden que este resultado provoque la quiebra de bastantes astrólogos, o la desaparición de los horóscopos de los diarios (introduciendo, uy, 20 minutos). ¿Desde cuándo los apasionados a lo oculto dejaron que la verdad les estropee una aceptable creencia?

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En el momento en que amigos y familiares no científicos me preguntan de qué signo soy, contesto “positivo”. A mi provocación, que no en todos los casos es tomada con humor, le sucede un invariable “dale, no me afirmes que no tienes idea de qué signo sos”. Y desde este punto se despliegan los vértices de una charla cuyos decibelios el tiempo me enseñó a moderar, y cuya pasión es delgada hermana del enfrentamiento político, o aun del espiritual: la lógica de los devotos de astrología es inmune a mis razonamientos científicos.

El primer punto de discrepancia es la iniciativa de que la astrología tiene mucha ciencia. Con variaciones mínimas, el razonamiento se sostiene en que no solo es ciencia lo que se aprende en las universidades, que hay mucha soberbia entre la multitud que tiene títulos científicos y descalifican la astrología sin comprender que de todos modos es una ciencia “diferente de la que estudiaste usted”.

La sincronicidad, o la astrología en el psicoanálisis de Jung

Jung desarrolló el término de “sincronicidad” en su teoría. Hablamos de un postulado que da presencia a la astrología en el psicoanálisis. La sincronicidad tiene relación a hechos que desarrollan una coincidencia. Están, suceden al unísono, pero están supuestamente desconectados entre sí. Como en el momento en que uno está pensando en algo poco usual, como un murciélago y una hora después ve uno en la ventana.

Para Jung, estas coincidencias obedecen a unos hilos invisibles que lo conectan todo. Esto coincide con los principios astrológicos. Según este conocimiento, hay fuerzas invisibles que manan del cosmos. Estas fuerzas se están mezclando regularmente y dan rincón a que ocurran los hechos en la vida de un individuo.

El Epistolario Freud-Jung

En 1974 se publicó el epistolario sostenido por Freud y Jung entre 1906 y 1914. Jung se había resistido a que se publicara mientras que estuviese la vida aprobación de los herederos de Freud. Primero autorizó la publicación pasados 30 años de su muerte, en otro instante en 1980. Tras su muerte en 1961, y tras profundas negociaciones, se alcanzó un acuerdo y se han publicado en 1974. 360 cartas que intercambiaron hay 3 referidas al ocultismo( 138 Jung, 139, Freud; 254J, 255F; 259J,260F). Las respuestas de Freud habían sido autorizadas por Jung y Ernest Jones para su publicación en “Records, Sueños y Pensamientos”. La primera se refiere a la experiencia contada por Jung en su autobiografía. Opinando sobre Parasicología y Ocultismo, Freud los rechazaba según la concepción materialista de la temporada. Jung en ese instante sintió su diafragma un calor como de hierro incandescente y se causó un fuerte crujido en la biblioteca de Freud. El psiquiátra suizo comentó que se había producido un fenómeno de exteriorización catalítico, y pronosticó que se repetiría frente a la sorpresa del vienés. En las otras 2 cartas hace aparición el tema de nuestro interés: la Astrología. En la carta 254 del 8 de mayo de 1911, Jung redacta: “debemos apoderarse asimismo el ocultismo. Y pienso que desde la teoría de la libido. En este momento doy vueltas a la astrología, cuyo conocimiento hace aparición indispensable para la entendimiento de la mitología. En estos dominios oscuros hay cosas fantásticamente extrañas.”( 4) En esta misiva comienza a verse la causa de la separación en medio de estos 2 colosales de la ciencia: la teoría de la libido. Pero en el próximo parágrafo tenemos la posibilidad de ver el ascendente de Freud sobre Jung y la ambivalencia juvenil del suizo: “Permítame, por favor, vagar, a exitación por estas infinitas. Voy a traer un botín rico para el saber del alma humana. Debo embriagarme a lo largo de cierto tiempo con aromas mágicos, para llegar a entender completamente qué clase de secretos acoge el inconsciente en sus abismos.”(5). Frente este pedido Freud responde (carta 255) el 12 de mayo: “Yo sé que sus tendencias mucho más íntimas le impulsan a usted en el estudio del ocultismo y no dudo que volverá ricamente cargado. En oposición a esto, nada hay que realizar y lleva razón todo el que que prosigue la concatenación de sus impulsos. Su popularidad antecedente de la «Demencia» resistirá cierto tiempo al insulto de «místico». Pero no se quede allí, en las colonias tropicales, hay que gobernar en el hogar. su popularidad científica ganada mediante los escritos sobre la “Demencia Precoz” resistiría un tiempo, pero si se quedaba el “insulto de místico” caería. Para Jung esta admonición no habría pasado sin secuelas, dada la relación filial entre los dos, “el primer hombre esencial que había popular”(7) como lo expresase él mismo en su vejez. Pero el impulso a la liberación del puer de su tutela del Senex-Padre parecía estar liberado. Un mes después (12 de junio de 1911) el joven Jung insiste y ahonda en el tema: “Mis noches están muy ocupadas por la astrología. Cálculo horóscopos, para inferir su contenido como verdad sicológica. Hasta la actualidad he visto ciertas cosas visibles, que indudablemente debe semejarles excelentes. En una señora, el cálculo de las situaciones de las estrellas, dio por resultado un cuadro de carácter muy preciso, con ciertos datos sobre el destino, pero que no le correspondía a ella sino más bien a su madre; en esta, los aspectos de carácter se ajustaban de manera perfecta. Esta señora padece un complejo materno increíble. Debo decir que realmente bien podría descubrirse un óptimo trozo de entender deducible derivado del firmamento. Semeja ser, por servirnos de un ejemplo, que los signos del Zodiaco, son imágenes que corresponden al carácter, esto es: símbolos de la libido que describen las que corresponden características propias de exactamente la misma.”(9) La contestación del sabio vienés(15/6) en esta ocasión es considerablemente más tranquilidad: “En cuestiones de ocultismo me he vuelto sencillo desde la enorme lección de las vivencias de Ferenczi. Prometo opinar todo cuanto de alguna forma logre mostrarse como razonable. Pero usted sabe que lo hago de buen grado. Pero mi hybris(soberbia) está rota desde ese momento. Me agradaría saberle según Ferenczi, si uno de nosotros se escoge a ofrecer el arriesgado paso hacia la propaganda y también imagino que esto puede ir unido a una perfeccionada independencia del trabajo.” (diez) Volviendo a la carta del 12/6, esta exhibe en Jung mojado de la capacidad de alzar temas natales y de interpretarlas, aun con enorme sutileza sicológica al avisar la predominación lunar (complejo materno) opacando las dominantes personales del originario. Por otro lado, empieza a concretarse la ulterior investigación al referirse al “trozo de entender deducible derivado del firmamento”. Por último, la causa de esta investigación, la explicitación –en ese instante temprano– de los signos zodiacales como símbolos de la libido que describen características habituales. 2 problemas nos brotan aquí: ¿esta apreciación va a haber tenido predominación en su nuevo término de libido? Si de este modo fuera, ¿de qué manera el puer Jung se atrevió a ofrecer “el arriesgado paso a la propaganda” de este descubrimiento?

Las próximas cartas manifiestan el trabajo en la novedosa concepción de la libido. El 14/11/1911 Jung, al referirse a la segunda una parte de Transformaciones y Símbolos de la Libido que se encontraba redactando, redacta: “Me he enfrentado muy denodadamente con la teoría de la libido. Aquel pasaje de su análisis de Schreber en el que se tropieza usted con el inconveniente de la libido (naturaleza de la libido cuya retirada da rincón a pérdida de la verdad) se encuentra dentro de los puntos donde el sendero de mis ideas se cruza con entre las suyas. Pienso, exactamente, que el término de libido de los Tres ensayos ha de ser ampliado en lo que se refiere al aspecto genético, para que la teoría de la libido logre ser aplicada a la demencia precoz” (11). Jung opta en estos primeros sacrificios a su “popularidad antecedente” como estudioso de la Demencia Precoz, sin tener en cuenta, por un momento, toda mención simbólica. Prosigue la psicología del Per, se sostiene en teorías reputadas para procurar mostrar sus ideas. El sexo Freud ahora le había hecho ver esto en la carta previo (12/11/1911) en el momento en que, al leer la sección primera de Transformaciones y Símbolos de la Libido, le dice: “Hay en él varias cosas tan bien expresadas que que retenerlas en la memoria, como terminantemente formadas que están.(…) En el capítulo sobre los 2 métodos de pensamiento lamento su enorme erudición. Me hubiese dado gusto que lo hubiese dicho todo con expresiones que le son mucho más propias. Todo pensador charla en su jerga, al final de cuenta, y las múltiples traducciones son fatigosas”(12) En exactamente la misma carta del 14/11, Jung le responde a esta crítica: “Usted quita las piedras hermosas del seno de la tierra, yo tengo por contra el “degree of extensión”. Como usted sabe, debo caminar siempre y en todo momento desde fuera, hacia adentro y inferir lo especial a partir completamente. Se me haría bastante inquietante dejar aparte a extensos campos del conocimiento humano”(13). Observamos el llamado freudiano a la exposición heroica y el cambio en los 2 parágrafos: uno admitiendo la observación y al otro tomándola “osadamente”. El Puer desea transformarse en héroe, pero todavía “la cosecha no se encontraba madura” emulando al Jung posterior. Un mes después el 11/12, Jung muestra a su guía sus novedosas ideas de la libido, aseverando su conflicto en que la pérdida de la verdad en la Demencia Precoz, no se podía achicar a la opresión de la libido definida como apetito sexual. Le enseña que ha volcado estos nuevos conceptos en un capítulo de la segunda una parte de Transformaciones y que no puede alcanzar a la correo sobre esto. “Lo fundamental –asegura– es que intento reemplazar el término descriptivo de libido, por otro genético, que entiende, una parte de la libido sexual de hoy, aquellas otras maneras de la libido que están resaltadas de viejo en funcionalidades firmemente organizadas. Aquí es ineludible una pequeña dosis de biología.”( 14) Aquí podríamos detenernos a pensar sobre este periodo entre el 8/5 y el 11/12. En la primera carta Jung se había propuesto apoderarse el ocultismo por medio de la teoría de la libido, después -sin cambiar todavía ninguna posición teorética- toma el Zodiaco como símbolo de la libido y las características concretas del carácter. Frente a los riesgos advertidos por Freud, opta por ignorar el ocultismo y la Astrología para centrarse en el inconveniente de la Demencia Precoz y proponer una libido genética ampliando el término de libido sexual. De lo que se expresó en este periodo daría la sensación de que sus estudios astrológicos podrían haber cooperado para inferir aquellas otras formas «que de viejo están resaltadas en funcionalidades firmemente organizadas». La deducción para un astrólogo es simple: la libido sexual correspondería a Escorpio, los otros 11 signos corresponderían a formas diferentes de esa libido. La amplificación astrológica parecería confirmarlo: a lo largo de este periodo Urano había pasado directo sobre el Ascendiente (8/5), después retrograda y al ponerse directo hace conjunción (orbe 1º) por última vez sobre el Asc. de Jung(11/12). La coincidencia importante estaría dada en que – dada su característica de dios del Firmamento( Ouranos, cielo)- Urano se considera el mundo de la Astrología, siendo el vehículo de la rebeldía del Puer y del intento de distinción del sexo Freud. El interrogante que aparece -alén de la amplificación astrológica- es si Jung podría haber llegado a ese resultado. Esto nos transporta a cuestionarnos asimismo si podrían seguir estas deducciones en el artículo.

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