La luna, esta siempre y en todo momento dinámico guía nocturna, la luminaria que representa nuestras pretensiones mucho más profundas, nuestros deseos y deseos, nuestras conmuevas variables, “nuestro cuerpo y cuerpo del que nos parió, la gente que nos cuidaron y criaron, las historias de nuestro estirpe y de nuestro pasado**.” Y sucede que, como todo en la vida, la gente que habitamos la tierra imitamos el paseo lunar de la luz a la obscuridad y de regreso. Detenernos a pensar cerca de esta iniciativa me semeja el paso preciso para todo el que que desee y busque comprender cómo la luna influye en nuestras vidas.
Tenemos en consideración que los primeros calendarios fueron lunares, menstruales, usados y conformados por chamanas y comadres en comunidades, rituales y liturgias.
La luna y nuestras conmuevas
En un producto previo charlamos de la predominación de los astros en la vida diaria, y sucede que la astrología se apoya en la situación de los astros en el instante de tu nacimiento para poder ver de qué manera te influirán después. De ahí que, la luna, nos puede contribuir a estudiar mucho más sobre nuestra personalidad y asimismo de nuestra forma de accionar. En verdad, más allá de que es el sol quien nos comunica quién eres, merced a la luna vamos a poder comprender de qué forma te sientes.
La luna actúa nuestro inconsciente y deseos mucho más ocultos, con lo que resulta lógico que nos afecte tan fuertemente, puesto que saca a la luz cosas que no nosotros comprendemos. De ahí que, los periodos de luna llena tienen la posibilidad de perjudicar tanto a nuestra ansiedad y nuestro agobio.
Cuarto menguante
Aquí observamos media Luna alumbrada. La energía de la Cámara menguante nos incentiva a finalizar los proyectos y misiones. No es buen instante para involucrarnos en nuevos ciclos, en tanto que nuestras fuerzas están desgastadas, según enseña Avastrología.
La Luna está en su punto mucho más refulgente y aquí es en el momento en que cosechamos las semillas que plantamos a lo largo de la Luna novedosa. Es una etapa perfecto para agradecer al cosmos todo cuanto nos ofreció a lo largo del período que concluye. En esta parte final se aconseja cerrar círculos y recargarnos de energía para comenzar un nuevo período con toda la positividad galáctica.
Si somos mayores con una Luna de aire, el cariño va a estar conectado con la comunicación y la estimulación intelectual. La sensación de sentirse amado va juntos con poder expresarse con el otro, hablar y tener ideas en común o visiones.
La rutina no le hace bien, tampoco la pérdida de independencia, en tanto que precisa sostener la cabeza activa y abierta a novedosas vivencias. Tampoco va a ser de su gusto el exceso de sentimentalismo, emocionalidad y también privacidad, puesto que esta Luna elige ver las conmuevas desde fuera, tratando comprender y razonar mucho más que sentir lo que pasa.