medicina derivada de la astrologia

¿Por qué razón tantas personas, capaces en otras caracteristicas, abonan notables cantidades de dinero por modelos y terapias de la llamada “medicina opción alternativa”? ¿Enserio ignoran que la mayor parte, salvo que casi todas, no pasaron (ni intentado pasar) ninguna prueba científica? ¿Va a ser que su cultura no les llega para comprender qué es el llamado “efecto placebo? ¿Ni la más remota idea se dan que dicho razonamiento “Es que a mi tía ahora mi amigo les funcionó” no es un razonamiento válido en la llamada “metodología de investigación”? ¿Tan mal nos encontramos?

Puede pensarse en un óptimo número de causas para comprender esta situación. Primero: Incapacidad para efectuar una decisión informada sobre un producto. Segundo, una actitud anticientífica entremezclada con una comercialización robusta y declaraciones excesivas. Tercero, una patológica aversión hacia la medicina científica apoyada por la falsa creencia en la superioridad de los modelos “naturales”. Cámara: Causas sicológicas como un anhelo vehemente de curación unido a fallos de juicio. Finalmente, la disparatada ilusión de que cierta terapia, de probada ineficacia, funcionó en “x” caso de un popular, en el momento en que verdaderamente fueron otros causantes los que actuaron, como nuestro curso natural de la patología, el efecto placebo, una remisión espontánea o aun, por el hecho de que no, un diagnóstico equivocado.

Afinando fuerte su canción

Quizás esta apelación a lo ancestral de la astrología deba ver precisamente con introducirse en este fenómeno tan complejo sobre el que terminamos de charlar para producir un negocio (no lo digo como teoría conspirativa, eh, sino más bien como interpretación del fenómeno). De lo que no existe duda es que marcha. Y realmente bien.

“¿Por qué razón las proposiciones con talleres de astrología agotan entradas y las ciencias ni se muestran entre las ocupaciones de la grilla en varios festivales feministas? Bajo mi punto de vista, esto debe ver que la comunicación pública de la ciencia falla a promover la participación. Esto se ve precisamente en la manera de determinar la importancia de la socialización de uno u otro conocimiento. En la situacion de las ciencias, la relevancia de la comunicación pública está predefinida, tal y como si esta definición pudiese darse por fuera de la apropiación eficaz por la parte de la red social de estos saberes. Somos los comunicadores científicos quienes consensuamos que la circulación de estos entendimientos es importante y desde ahí lo transmitimos. En la situacion de la astrología, en cambio, lo que resalta es su imposición en agenda desde un desarrollo inverso. Los públicos son quienes se apropian de esta información y la reproducen y convierten. Esto asimismo se expresa en una comunicación científica muy orientada a la vocación.

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