El domingo próximo diez de agosto se generará entre las súper lunas del verano del 2014. No es que se intente un fenómeno de interés científico, en tanto que exactamente en estas noches de plenilunio es en el momento en que se dan las peores condiciones de observación del cielo, pero una súper Luna siempre y en todo momento da un precioso espectáculo visual y la posibilidad de tomar artísticas fotografías.
La órbita de la Luna es una elipse con uno de sus focos en el centro de masas del sistema Tierra-Luna, el que ni es un punto fijo de nuestro mundo ni se ubica en el centro de gravedad de la Tierra. De ahí que es imposible charlar de una distancia «fija» entre la Tierra y la Luna. Fluctúa entre 406.720Km y 356.375Km. En todos y cada revolución, el punto de máximo acercamiento de la Luna tiene por nombre el “perigeo”, y el de máximo alejamiento, “auge”. Por otro lado, la situación relativa de la Luna y el Sol en relación a nosotros provoca que en todos y cada momento observemos alguna porción de disco lunar alumbrada por el astro rey, algo que se conoce como fases (creciente, llena, menguante y novedosa). Este fenómeno en única gracias a la visión de nuestro lugar de observación, no posee ninguna relación con la distancia a la Luna. En el momento en que está llena, lo mismo se puede espantar 380.000Km que 400.000Km u otra cifra arbitraria entre los máximo y mínimo nombrados.
¿Por qué razón lleva por nombre de esta forma la luna en esta temporada?
Esta luna llena de julio recibe varios nombres. Varios proceden de las tribus indígenas americanas, según nuestra web de la NASA. Estas eran capaces de detectar hasta 13 géneros de cristales distintas. Varios de sus nombres están relacionados con fenómenos de la naturaleza socios a la temporada del año en que se genera: julio.
Al proceder de estas tribus, varios de los términos son traducciones al inglés de sus lenguas nativas, que después llegaron al español por las siguientes traducciones al español
Superluna, ¿exactamente en qué radica?
Como nuestro satélite tiene una órbita elíptica, puede situarse mucho más cerca de la Tierra o de manera mucho más distante. El punto mucho más próximo de nuestro mundo lleva por nombre perigeo, al tiempo que el mucho más distanciado se conoce como apogeo. «La Luna pasa por su perigeo una vez cada 27,32 días, que es el tiempo que precisa para llenar una vuelta en torno a la Tierra», enseña a Hipertextual Ángel R. López-Sánchez. Al estar en la situación mucho más próxima al mundo, se va a poder ver algo mayor, particularmente, un 14% mucho más amplia y extensa que en el momento en que está en el apogeo. «Lo acertado o sea: ‘el lunes próximo 14 la Luna parecerá un 5% mayor de lo común'», apostilla el científico.
Según enseña en El Planeta el científico Rafael Bachiller, directivo del Observatorio Astronómico Nacional, la superluna del 14 de noviembre, aparte de ser algo mayor, va a ser un 30% mucho más refulgente al encajar en etapa de Luna llena. Los cálculos de la NASA han preciso que nuestro satélite no había alcanzado estas dimensiones y brillo desde el 26 de enero de 1948. Además de esto, la Luna que va a poder observarse en el cielo es famosa en ciertos sitios como Luna del Castor, gracias a que esta temporada es favorece para la caza de esta clase de roedores. En otras zonas de todo el mundo, este acontecimiento tiene por nombre Luna Rota.
La superluna sucede en el momento en que la Luna llena o novedosa y el paso de la Luna por el perigeo coinciden. Normalmente llama mucho más la atención la superluna con Luna llena, ya que la Luna novedosa no se observa en el cielo.
En el momento en que poseemos superluna en etapa llena, la Luna está en su punto mucho más refulgente y mucho más próximo a nosotros. Esto causa que su brillo y su tamaño cambien; no obstante, estas variantes son normalmente pequeñas y prácticamente inapreciables en el ojo humano.
La superluna de la imagen sucedió en el mes de marzo de 2011. Esta vez, la Luna tuvo un incremento de un 14% en el tamaño, y hasta un 30% en la luz. Una variación del 14% en el tamaño de la Luna puede escucharse como fuerza pero, como observamos en la fotografía previo, no es algo visible, y bastante menos si solo observamos a la Luna empleando nuestros ojos y no contamos de qué forma cotejarla con una Luna llena en otra temporada.