Generalmente usamos la sal en la cocina, como condimento de ciertos platos, como conservante en salazones de carnes y pescado, o para la elaboración de determinados encurtidos.
Pero este útil condimento asimismo es fuente de muchas supercherías. En varias etnias se estima que verter este ingrediente es un mal augurio. Los sumerios, los egipcios, los asirios y, después, los helenos, habituaban a tomar un tanto y echarla sobre el hombro izquierdo, toda vez que alguien la vertía por fallo.
Augurio de riñas y amistades rotas
Si por incidente derribas un salero y el contenido se extiende por la mesa, la sabiduría habitual afirma que informa sobre una amistad rota.
Para eludir las secuelas espirituales de verter sal vas a deber aspirarla en el momento en que esté en suelos secos, otra alternativa es rociar una mezcla de vinagre y sal sobre la substancia y dejar que la solución la disuelva; tras 5 minutos limpia con un paño húmedo.
Los orígenes de la superstición
Como comentamos en productos precedentes, la sal fué un producto fundamental durante la Historia. A lo largo del mencionado Imperio De roma, sin ir más allá, la sal marina dio rincón a la creación de una ruta desde las salitreras de Ostia, una localidad que en la antigüedad se ubicaba en la boca del río Tíber, y exactamente la misma Roma. La famosa como Vía Salaria, cuya construcción se fija unos cinco siglos antes de Cristo, recorría 242 km entre la ciudad más importante y la costa del Mar Adriático y su paseo se encontraba custodiado por soldados a los que se les pagaba una parte de la su remuneración en sal (el popular como salarium argentum).
El prominente valor de la sal puede hacernos entender con sencillez que visto que esta cayese al suelo en el transcurso de un canje o un trueque fuera considerado prácticamente una catástrofe, el pensamiento de la mala suerte para la persona que lamentablemente vertía el apreciado tesoro. Y sucede que, lamentablemente, la sal no puede recogerse del suelo con la sencillez con que se recogen un puñado de monedas de oro.
Para la buena suerte
Los romanos le asocian la abundancia y la prosperidad económica, de ahí que piensan de buena suerte la presencia del condimento en su casa.
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¿Qué hago si cae la sal en el piso?
Para adecentar la sal vertida, puedes aspirarla de forma fácil de los suelos secos. En caso contrario, si el suelo está húmedo, puedes aun rociar una mezcla de vinagre y agua sobre la sal. Deja que la solución se empape a lo largo de unos cinco minutos.
Después, pasa un paño de microfibra limpio y húmedo.