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Aprendiendo a Querer con Sabiduría Carlos Cardoso Aveline La Luna actúa al signo sensible y posesivo de Cáncer, cuyo elemento es el agua, y que puede deducir como pocos lo alcanzan El signo de Cáncer, o del cangrejo, empieza cerca del 21 de junio y fortalece al humano la intensidad de las conmuevas, la sensibilidad y la aptitud de pelear con lo que quiere. En este signo, el alma busca la concentración y la solidez, y hasta determinado punto las consigue. Como el cangrejo, pequeño animal que vive en el océano inmenso, el peregrino tiene un caparazón psicológico de protección. Su planeta de adentro es misterio y solo lo comparte con ciertos seres que considera destacables. Con relación a ellos, las casuales defraudes van a ser dolorosas gracias a la sepa de defensas. El signo del cangrejo está regido por la Luna. Esto lo regresa emotivamente mucho más vulnerable de lo que le agradaría. El período lunar, que influye poderosamente toda su historia en la Tierra, es de 4 semanas y también incluye múltiples fases: la novedosa, la creciente, la plena y la menguante. La vitalidad del sujeto nacido bajo este signo fluctúa indudablemente siguiendo el patrón de este período, y precisa comenzar nuevamente con alguna continuidad. La persona cáncer existe como un movimiento ondulatorio. Ella experimenta regularmente el desarrollo de mermar, fallecer y renacer, entonces medrar en fuerza hasta el momento en que consigue una alguna plenitud, y después merma mientras que se prepara para nacer nuevamente. La Incesante Reorganización de la Persistencia Llevada a cabo de agua, el alma se eleva y cae con el movimiento ineludible de las mareas de la vitalidad. El originario de Cáncer es incesante y persistente, si bien su persistencia precisa ser reorganizada constantemente, siempre y cuando el ámbito a su alrededor cambia. Para los pueblos que viven en el hemisferio norte, es en la atmósfera poderosamente sensible de Cáncer donde el verano llega al punto culminante. El estado de espíritu “atmosférico” y maleable de las semanas precedentes – que forman el territorio de Gemelos – es en este momento sustituido por la búsqueda de seguridad, de intensidad, de calor, y por el exitación de crear situaciones permanentes donde la vida se logre desarrollar a paz, conforme pasea hacia el apogeo. En el hemisferio sur, simétricamente, todos y cada uno de los seres avanzan hacia el invierno, en el momento en que va a ser conservado lo que tiene relevancia suprema. En el territorio del cangrejo, la experiencia del sacrificio es una lección central. La manera básica de expresar amor es proteger al otro. El hombre protege a la mujer, la mujer protege al hombre, los dos velan por sus hijos. Los amigos se resguardan unos a otros, los hermanos aceptan reacciones mutuamente protectoras. El sujeto respeta los árboles, los animales y el medioambiente y se siente protegido por ellos. Se pelea con alguna continuidad con lo que se quiere y con lo que hablamos de proteger. Se siente la necesidad de una esquina seguro en frente de lo inmenso y también insondable. El sueño del amor es visto como algo supremo. No obstante, en las ocasiones en las que el cariño sincero es ridiculizado y la amistad real está lejos, el originario de Cáncer puede ser cascarrabias y malhumorado como pocos. Póngase encima de la mesa la honestidad edificante, la amabilidad verídica, y véase la diferencia: la buena intención natural del signo, resultado de su aptitud de querer, volverá a la plenitud y el rencor jamás semeja haber existido. Este principio es válido para los tres signos de agua – Peces, Cáncer y Escorpio –, pero es en especial fuerte en la situacion del cangrejo. Peces es impersonal y tiende a ignorar los enfrentamientos. Neptuno, que encabeza el último signo del zodiaco, inspira el cariño cósmico abstracto, que disminuye la fuerza de los disconformidades. Escorpio, por otro lado, es un signo guerrero y puede sentir una satisfacción personal por la pelea férrea. Pero para el originario de Cáncer combatir es intrínsecamente desapacible. Es desilusionante. La Luna encabeza la esfera del amor íntimo, personal, profundo. En esta dimensión de la vida existe autoentrega. Surge el apego, la dependencia. En este sitio del alma, la separación y la separatividad duelen. Aquí sucede la melancolia y, en el momento en que se viaja, las despedidas son desapacibles. Por los cáncer, la vivienda puede ser vista adecuadamente como un reino inexpugnable, un cobijo sagrado, un castillo y una fortaleza. El cangrejo precisa tranquilidad. Sabe iniciar nuevamente de cero en el momento en que el período de la vida cambia, pero candela posesivamente por su sitio de reposo. En cualquier signo del zodiaco, la eficacia de la acción humana es dependiente de la cantidad y calidad de la experiencia amontonada por el alma durante las encarnaciones. En todos y cada vuelta de la energía de la vida cerca del período zodiacal, ciertos puntos son perfeccionados. Aries inaugura el nuevo período de forma anual de acción y esfuerzo. Tauro, el segundo signo, da persistencia a eso que se hace. Gemelos amplía la pluralidad de la manera. Cáncer trabaja para amontonar seguridad, que va a ser conseguida en Leo. Regido por la Luna, el cangrejo es un signo no solo materno, sino más bien asimismo paterno. El hijo precisa los cuidados de la madre, o una figura materna, y del padre o una figura paterna. El cariño y los límites son igualmente precisos. Capricornio, que crea construcciones, y Cáncer, que crea vida, son signos opuestos y complementarios. Uno precisa al otro, tal como las influencias de Saturno y de la Luna se mezclan de forma impecable. La Base Permanente de la Paz Una gran parte de los desequilibrios de la civilización de hoy aparece de la falta de una convivencia día tras día sana de los pequeños con una figura paterna permanente que les dé solidez. El fenómeno del “padre ausente” ha de ser superado a fin de que la civilización se cure a sí. El cangrejo es un signo del hogar, de la familia, del sacrificio y de la pelea con lo que se quiere. Proporciona una inspiración profunda no solo a mamás y progenitores, sino más bien asimismo a hijos, tíos, tías, hermanos, parejas de enamorados y amigos francos. ¿Cuál es la mayor fuente de paz y de los pies en el suelo en la vida cariñosa? La sensibilidad y la austeridad forman una paradoja importante y solo la estabilidad entre ellas garantiza el confort. En la presencia día tras día del originario de Cáncer, el contacto con la sabiduría eterna abre la puerta a la seguridad. Lo mismo sucede en el momento en que el Sol está en el territorio del cangrejo, hasta precisamente el 21 de julio. La unidad consciente con el alma inmortal deja pisar lote sólido y entender dónde se pisa. Antahkarana, el puente hacia el cielo o el océano infinito, está que se encuentra en la conciencia de uno. Es conservado por la honestidad del peregrino consigo y con el resto, y se amplía en el momento en que hay una visión gran de la vida. Anna Maria Costa Ribeiro redacta: “Cáncer es el mar, el origen de todas y cada una de las cosas, la matriz, las condiciones principales de la presencia que precisan ser protegidas para ser preservadas. Es el avatar y la manifestación psíquica”. Helena Blavatsky, la creadora del movimiento esotérico moderno, tenía el ascendente en Cáncer, o sea, su personalidad y estilo de actuación eran extensamente de ese signo. Su capacidad de querer y resguardar a el resto se mostraba mediante la compasión universal. Blavatsky defendió y preservó el futuro de la raza humana. Anna Costa Ribeiro enseña: “Como el animal, Cáncer elige accionar envolviendo las ocasiones o en movimiento regresivo, por el hecho de que sabe que es frágil, si bien sea persistente en la reserva y el silencio. Se resguarda a sí mismo ahora el resto y de ahí que es receloso, posesivo y absorbente: teme lo que logre acontecer si cambia algo o pierde la seguridad del cobijo”. El cobijo y la protección del peregrino de la sabiduría están ubicados en su yo superior, su alma inmortal, Atma-Buddhi, la mónada. Solidez Para los Espíritus del Agua La vida es el alma de todo el mundo natural. Al emprender la relación de los signos con los elementos, Stephen Arroyo cita a Paracelso, un precursor de Blavatsky. Los espíritus de la naturaleza que corresponden al elemento agua son las ondinas y tienen la posibilidad de ser controlados mediante la práctica de la solidez sosiega. Arroyo aclara: «Podemos consultar que la gente de agua precisan ser firmes consigo mismas y asimismo que la solidez es de forma frecuente la mejor forma de lidiar con este género de personas, en especial en el momento en que sus conmuevas están fuera de control». Los signos de tierra son socios naturales de los signos de agua. Y cabe rememorar que la alquimia del entender divino es más que nada interna. Cada humano tiene los 12 signos y 4 elementos en su naturaleza fundamental, por el hecho de que al nacer se encontraba cubierto por el sistema del sol entero y las distintas constelaciones. La Mucho más Alta Bienaventuranza La fuerza del cangrejo ofrece la lección del amor parental y del sacrificio como fuente de felicidad. En la zona de Cáncer de la rueda zodiacal, el alma siente un hecho básico: la bienaventuranza suprema es llevar a cabo contentos a los conocidos cercanos. El alma experimentada trabaja por el confort de todos. La especialidad no es un punto naturalmente fuerte para la vida bajo el signo del cangrejo, pero en este departamento, tal como en todos los otros, el éxito es procurar reiteradamente. Se aprende a través de el ahínco bienintencionado. Realizar lo destacado que uno puede producir enseñanzas de enorme valor. A fin de que el mundo se renueve y purifique, la sensibilidad sensible de Cáncer ha de estar socia por fuerza inmutable de los principios éticos ahora la aptitud de ignorar el apego personal. En el momento en que esto sucede, la riqueza mágica del cosmos acuático del cangrejo fluye como una bendición que hace renacer en paz, cada día, el planeta entero y asimismo la caminata cuesta arriba del peregrino, cuyo horizonte es poco a poco más extenso. NOTAS: Véanse los productos “La Lección del Sol en Tauro” y “La Lección del Sol en Géminis”. En «Los Siete Principios de la Conciencia» se hace una investigación sobre los niveles diferentes de percepción del alma. El link entre el alma mortal y el alma inmortal es discutido en el producto “El Puente Entre el Cielo y la Tierra”. “Conhecimento da Astrología”, Anna Maria Costa Ribeiro, Novo Milênio Editora, 1996, Río de Janeiro, 733 partido popular., p. 65. Del libro “Astrology, Psychology and the Four Elements”, subtítulo “An Energy Approach to Astrology & Its Use in the Counseling Arts”, obra de Stephen Arroyo, M.A., CRCS Publications, California, EE.UU., 191 partido popular., 1975 p. 107. 000 El producto “La Lección del Sol en Cáncer” es una traducción del portugués y la tarea fué efectuada por Alex Rambla Beltrán, con acompañamiento de nuestro aparato editorial, del que forma parte el creador. Artículo original: “A Lição do Sol me Câncer”. La publicación en castellano sucedió el 15 de julio de 2021. 000

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