Pedro González Silva
Desde el pasado 19 de enero, el Sol está recorriendo por Acuario, signo de aire, lo que le hace idealista, mentalmente comprometido y creativo. Es un signo fijo, esto influye a fin de que los acuarianos sean muy tenaces, singularmente en lo que se refiere a sus propósitos fundamentales de vida, si bien su espíritu renovador y vanguardista les distancia de la rutina.
Impulsar todo cuanto nos lleve a cumplir sus propósitos
«Si de súbito todo me transporta a conocer que mi hijo puede ser pintor, o trabajar con las artes plásticas, puedo impulsar esto , esto envío a pintura o exploro las opciones de que tienen la posibilidad de realizar feliz. Jamás es todo inamovible, se marcha explorando… Frecuentemente lo que nos sucede es que nos encerramos en los viejos paradigmas o ordenes familiares o en ideas de lo que deseo que me hijo realice de pequeño, de joven y de adulto, y todos, a situación, venimos a desarrollarnos de formas distintas, somos seres espirituales con diferentes metas y propósitos», ha dicho Ferreyra sobre la necesidad de respetar la singularidad de cada niño o pequeña.
Además de esto, añadió: «Cada individuo comienza a interiorizar lo que le afirma su madre, lo que le afirma su padre desde pequeños, entonces hay que proteger lo que mencionamos a nuestros pequeños y el efecto de estas expresiones. Por poner un ejemplo, si repetimos a un niño que es haragán, quizá se expanda teniendo esto en cabeza, al lado de todo cuanto vaya oyendo y recibiendo sobre su persona: lo bueno, lo malo. En ocasiones, varios progenitores piensan que les dan todo a sus hijos, y uno puede contestar diferente, muy distinto a de qué forma desearíamos. Y esto se origina por que, por su personalidad, es posible que necesite mucho más límites, tener otros estímulos, presenciar la vida día tras día o la educación desde otro sitio, por servirnos de un ejemplo».
Urano en la astrología
Las sorpresas, los imprevisibles, los hechos indecifrables son la manera de accionar de Urano, que nos sacudirá y va a sacar la calma. Urano nos desequilibra, nos intranquiliza, nos cuestiona y nos perturba.
De ahí que asimismo lleva por nombre el Enorme Despertador Cósmico, pues nos encara, nos pincha y nos cuestiona. Es tal y como si Urano nos afirmara: “Oye, ¿andas seguro de que o sea todo cuanto hay en la vida? ¿Seguramente sabes quién eres verdaderamente? ¿Conoces verdaderamente tu naturaleza mucho más profunda?”
