Por Montserrat Villar (CSIC)*
La creencia en la astrología prosigue muy arraigada en la sociedad. Aún el día de hoy ocasionalmente brincan a sus sucesos instituciones educativas de prestigio que deciden acoger u ordenar tutoriales y congresos aplicados a la astrología, no desde un criterio histórico y crítico, sino más bien para la promoción de las prácticas en teoría adivinatorias. Quizás el misterio de su popularidad está en esa ingrediente sicológica que apela a las conmuevas de la multitud y su necesidad de aferrarse a algo tangible que dé respuestas y dé luz sobre un destino dudoso. En verdad, es destacable la reacción que lúcida entre sus varios seguidores cualquier razonamiento que se presente en oposición a la astrología. Esto de forma frecuente va seguido de virulentas acusaciones de dogmatismo infundado, inquisición al amparo de la ciencia, censura intelectual, etcétera.
El horóscopo
El horóscopo supone que contamos unas especificaciones de personalidad marcadas por la situación del Sol en una u otra constelación en el instante de nacer. Como el tarot, el horóscopo períodico asimismo fundamenta la predicción del futuro en especificaciones muy en general: «El día de hoy puedes tener un óptimo día en el trabajo» o «precaución con las relaciones personales, que el día de hoy la multitud va a tener ganas de debatir».
Ajustables a cualquier persona que, si por el fundamento que sea, discute con alguien, puede atribuirlo a la predicción.
Ninguno de los modelos de personalidad con los que trabaja el día de hoy la ciencia de la Psicología se sostiene en los astros para detallar a la gente, y bastante menos su porvenir. Los “poderes destacables” que, según los astrólogos, solo tienen ellos les se usa para no tener que esforzarse en probar de qué forma llegan a las conclusiones.
HABLANDO DE LOS PLANETAS
Para hacer una interpretación lo mucho más próxima viable a eso que eres y el sitio que te representaría para vivir es requisito tener cuando menos ciertos entendimientos básicos de de qué manera se rigen los planetas de acorde con las líneas de astrocartografía.
?Ten en cuenta que los planetas en el instante en que nacimos influyeron en muchas de nuestras peculiaridades, no cabe duda de que fueron mudando partiendo de la nuestra educación, experiencia y estudio, pero el encontronazo que tuvieron en el momento de nuestro nacimiento es verdadera.
Un criterio distinto al frecuente para ser mucho más feliz
Oliver Bukerman
El creador no quiere burlarse de todo lo relacionado con el new age o la llegada del optimismo, sino más bien de hacernos ver que en los optimistas existen muchos fracasados (pero que no van en estos libros, je), y que hay otras maneras de perseguir tus objetivos, con frecuencia, mucho más saludables.